... El tiempo pasa pero las letras son las mismas ...
Los niños están llorando,
las madres ven televisión,
ellos lloran,
los padres en el futbol,
nuestros niños lloran,
nosotros en el cine,
en la escuela,
en nuestro mundo perfección.
La tierra llora
mientras todos caminan,
caminan sobre ella,
llora mientras la pisan,
la gente no escucha,
la ola devastadora de sus voces
todo lo silencia,
hay ruido de los pasos por el mundo,
la gente grita para no escuchar al moribundo.
Los niños lloran,
lloro con ellos y no hay quién escuche,
no creo en las manos que pasan palmeando,
que pasan si n tenderse por mi rumbo,
no creo en la gente,
en la gente que cree en el morbo,
en la codicia, el egoísmo, la lujuria,
no les creo,
cómo confiar mi camino a los ciegos,
cómo rendirme a los vicios de ellos,
cómo rendirme a un pueblo de hombres,
hombres de cuerpos humillados y almas vencidas.
Los niños están llorando
y no tengo fe para salvarlos,
no tengo fuerza,
no para seguir,
no para sacarlos adelante,
mis niños,
mis niños tienen sed,
sed de amor,
sed de esperanza,
tienen sed,
mi alma no tiene fe para calmarla.
Yo también estoy llorando,
no quiero este mundo,
este llanto,
estas voces que no se acallan,
esta miseria que me acosa,
los destruye,
nos agobia,
los niños están llorando
y nadie va a ayudarlos,
no hay amor para acunarlos a todos,
el mundo está vacío;
y todos somos niños que lloran,
de uno y otro modo…
