jueves, marzo 16, 2006

HåÇê F®íº...

...De fríos que hielan el alma...


Hoy vuelve a hacer frío,
estás conmigo,
o al menos eso cuenta este oxígeno que huele a tu fragancia,
eso dicen tus palabras,
las pocas que descifro entre tanta lontananza,
eso dices tú,
al alejarte,
al mirarme inquisitivo,
lacerante,
lo dices,
mientras estás
y luego callas,
nos dejas,
al frío y a mi,
alba con alba.

Vuelve a hacer frío,
bajo tu sombra y a tu costado,
estás aquí mientras te amo,
mientras conservo un hálito de esperanza,
pero hace frío,
se me hielan las palabras,
no estás tan lejos,
al menos no tanto como tu amor,
sé, amargamente,
como único saber,
que esa mirada,
que es la tuya,
la nuestra,
no ha de brillar muchas mañanas.

Vuelve el frío,
y te amaré,
con lo que me queda de corazón,
con lo que me resta de raciocinio,
con lo que me sobra de insensatez,
te amaré,
porque no encuentro,
-ni acepto,
ni concibo- ,
otro refugio,
otro además de tus brazos,
uno de este frío que me cala las entrañas.

Hace frío,
tú lo estás,
aunque apenas lo percibo,
aunque nuestros cuerpos juntos se nieguen a admitirlo,
lo estás,
y lo estoy al lado tuyo,
por más que sofoquemos los alientos,
por mucho que queramos combatirlo,
hace frío,
aún con este sudor que me estremece los sentidos,
aún con tus brazos que me envuelven,
que me arropan,
del desnudo de tu olvido.

Mi amor,
hace frío,
mucho,
mucho frío entre tú y yo.

viernes, marzo 03, 2006

Jå®ÐïNê§ ÐêL TïêMPº

... Evolución...

No se me colapsa el mundo en los recuerdos,
algunas veces flaqueo,
sí,
como todos ,
como las tardes desnudas
con su sol moribundo,
sin esperanzas,
sin futuro,
algunas veces fallo,
sí,
pero sigo en pie,
el mundo va más allá de lo vivido.

No se trata de seguir adelante,
tampoco de dejar atrás
yo quiero plantar mis pies en el mundo
y hacerlo mío
y ser suya,
es que la vida no se estanca en un par de lunas llenas,
no rechazo mi pasado,
lo acojo con cariño,
aunque duelan sus espinas,
es una rosa herida.

El cielo no deja espacios vacíos,
y aunque repruebe el ultraje,
me doy por bien servida,
es preciso rasgar la tierra para plantar las semillas,
hoy soy retoño en un invierno mezquino,
la vida es una rapsodia de altibajos.

No quiero robarme tristezas pasadas
para edificar mi futuro,
son pocas las mañanas
y las heridas muchas,
mas queda un mar de senderos,
para ahogar las mañanas venideras,
somos un rescoldo de ilusiones mal logradas,
somos lo que queda después de siglos de batalla,
somos lo que sobra aunque seguimos sobrando...

Hay ecos que todavía calan,
realidades,
retazos de este rostro desfigurado,
de esta realidad pagana,
de esta vida maltrecha
que insistimos ajena,
que vemos marchita,
que ninguno salvamos.

Hay ecos que todavía calan,
que nos llegan al alma,
no se han borrado todas las señales,
supimos guardarlas,
hay yelmos que todavía arden
hay cosas,
silencios,
a veces insoportables.

No se me colapsa la fe en los recuerdos,
lo juro,
el mundo es diferente,
hay juegos que todavía desvarían en mis manos,
hay risas moribundas en algunos de los labios,
¡cómo duelen las palabras!,
las sobrantes y las peregrinas,
las que se fueron,
y las que fueron dichas.

Somos,
apenas,
¡¿quién lo diría?!,
qué grotesca sátira de nuestro sueño...
insisto,
no me desvivo en los recuerdos,
pero se me encoge el alma,
se me suicida,
entre tanto escoldo,
entre tanta mentira.

Hay veces que quedan cicatrices,
hay flores que juntas,
¡se pudren la vida!.