...Hay pocas cosas con las que se puede colmar el alma...
Estoy henchida de amor,
las gotas caen afuera
repiquetean en mi corazón
son el ritmo franco de estos latidos,
que se saben plenos,
que se sienten queridos.
Henchida voy por la vida,
henchida del corazón,
de este cariño mío,
del que tengo y que doy,
de este cariño pasivo
que en darse se consuma,
ya vivo de pasión.
Pasión por vivir tengo,
de dar lo que yo soy,
pues soy entera dando
y dando es que soy yo,
querer ninguno pido,
sí bien seres queridos,
henchida estoy de ti,
henchida pues te quiero,
que si me quieres – bien -,
que si no – lo mismo -,
en amarte está mi vuelo.
Henchida estoy de vida,
y no se me desgasta,
resucita en las miradas,
-las tuyas, las de ella-,
miradas cotidianas,
la vida es un arco,
yo tengo sus flechas clavadas.
Estoy henchida cariño,
porque en el amor
-bastándome solo tú-
a quién amar me sobra,
teniendo extensas presencias,
no bien de cuerpos intrínsecos,
sí de estas almas prendidas,
prendidas de los recovecos
entre tu amor y mi amor.
Estoy henchida de amor,
-henchida de ti-,
mi compás extraviado,
-henchida de mi-
pues sé que te amo.