jueves, mayo 10, 2012
Tres Mayos
El murmullo
de tus pasos que se fueron,
se ha hecho semilla;
mis manos ya
son invierno.
Son tres mayos
sin tu fiebre entre mis penas.
En el cadalso
de tus labios hoy ajenos,
he encontrado noche amarga,
tarde estéril;
en tus brazos,
delirio irrefrenable que no espero,
he dejado días de duelo
y etéreas madrugadas sin consuelo.
La sempiterna
contundencia de tu miedo,
truncó las líneas
que unieran nuestras sendas,
desde entonces somos flores
llevadas por el río,
seres yertos divididos del destino.
En tus ojos de amatista
lejanos y distintos,
naufragó mi balsa,
mi pasado,
mis
designios;
no importó
el mundo prometido.
Fue en tus ojos fieros,
tus ojos fríos,
dolientes, míos;
fue en tus ojos que dejé el bravío,
amor que te tenía.
Son tres mayos
sin tu fiebre entre mis penas.
domingo, marzo 11, 2012
Soliloquios
...
La soledad se sienta a mi lado
me sirve una copa, me trata de usted;
me toma la mano y me cuenta su historia,
me habla al oído, se impregna en mi piel;
viene ataviada de gala,
de elocuencia y de sed,
La soledad se sienta en mi mesa
saca sus libros,
me pide leer;
tiene pálido el temple
y oscuro el querer.
Soledad es un ente sutil
se expresa en silencio,
se mide los pasos,
los besos, la fe;
me mide completa,
la prudencia, el ímpetu, el ser.
Soledad es un alma triste
como yo;
me sirve el café
y me recita con pausas,
me habla de letras,
de Chopin, de ballet;
me tizna la tardes
me tiñe los ojos color de Magritte.
Soledad
es pasión en potencia,
es encuentro y espera,
compañera febril.
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