Este también es una reflexión....
Hay un momento en la vida,
en el que explotar es la única medida,
para encontrar una salida,
y sanar toda herida.
Y quisieras la fuente de maldad destruir,
pero es irónico el discernir,
que el esa fuente destruir,
es solo eso, destruir.
Que al tomar esa determinación,
sólo quedará eso, destrucción,
destrucción y desolación,
sin fin ni bifurcación.
Así que entras de nuevo en meditación,
buscas paz para la razón,
serenidad para el corazón,
un freno para la pasión.
Y en tu búsqueda de templanza,
te hundes en la desesperanza,
al ver que no queda ninguna proeza,
por realizar para borrar la ofensa.
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