miércoles, febrero 16, 2005

Ðë NºcHê§ ïNûMë®åBLê§...

Bueno, este poema habla de aquellas noches de insomnio, de esas veces que pasan las horas en un lecho que no concibe el sueño y que te lleva a los pensamientos más profundos que guarda el subconciente y que llenan tus segundos mientras el crepúsculo se transforma en alba....



Cuántas noches he abordado como naves
que me llevan navegando por el mar de tus delirios,
cuántas madrugadas naufragué entre tus palabras
y perdida entre la espuma y desconsuelo,
en la bruma del cansancio me envolvió el sueño.

Cuántas tardes a tu lado
y sin estar cerca,
cuántas veces en ti pensando,
ya por inercia,
cuántas frases me llevaron
a tu llanto, a tu inclemencia.

Cuántas risas no ahogué con tus mentiras,
fueron tantas las verdades,
las heridas,
incontables los pesares, ironías.

Cuántas sabanas probaron la sal mía,
esa de mis lágrimas, mis desdichas,
cuántas fueron de verdad bien merecidas,
cuántas veces tu mirada fue la mía,
cuántas noches enfrascadas en caricias.

Cuántas horas que en tus manos no existían,
que ante el mundo y nuestro goce se perdían,
¿cuánto?, ¿cuánto de tu amargo descontrol?,
de ese tiempo sin segundos, sin dolor,
de esas veces que en mi cama y sin tu amor,
como un río de mi pena y tu pasión,
afluíamos, tú verdugo, yo obsesión.

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