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Bueno para los que estan al tanto de mi presente este poema quedará claro, para los que no, imaginen tener que elegir entre curar cuerpos o embriagar corazones....

Y mientras escribo estas líneas comienzo a meditar,
la curva de la ‘a’ es un sueño idílico,
de la ‘u’ cuelgan mis pasiones,
en la ‘e’ se derriten mis ilusiones.

Con el abecedario en mente,
un ardid para el expreso
que me lleva al oriente de este anhelo,
de un futuro sin desvelos,
sin amores, sin desprecios.

El alfabeto,
el alfa de un ensueño,
a mitad de dos senderos,
la beta de un imperio.

En estos versos va enrredado el desconsuelo,
de un vivir que dictamina mis deseos,
que sacia mi sed de estar en vuelo,
de dar al presente un vuelco entero.

No es la constancia de un te quiero,
ni la duda de los miedos,
es vibrar en un éxtasis sin fuero,
de un blanco pulcro y sin tropiezos.

Es el poder de unas frases hoy sin dueño,
el instante en que decido como hacerlo,
si bifurco en dos yos y dos anhelos,
en dos formas de restarle fuerza al tiempo.

Si bohemio es el futuro en estos tiempos,
en mis manos, en las tuyas, en los cielos,
la trifulca: descubrir si es en silencio,
o a mil voces el caer de este mi encuentro.

Se quiebra mi presente en dos senderos,
en la cúspide frontal de un hemisferio…
una blanca paloma alza el vuelo,
en el otro una mariposa revolotea frente a oriente,
y en sus alas va enrredado este tiempo y esta mente,
al aleteo un huracán de olvido es inminente.

Dos hemisferios de mi vida y de mi suerte,
al centro yo, mis falacias y el presente.