miércoles, noviembre 30, 2005

A к§ VºÇë§...

...Porque lo que habla el corazón rara vez se resume en un solo sentimiento...
Y qué decirle a las nubes cuando preguntan por tu presencia,
- estás, lo sé,
y tan cercano, -
qué decirles para que callen,
si quiero danzar contigo sobre ellas...
- te siento, aquí en las entrañas,
y tan dentro –
cómo explicarles para que cesen,
si estoy brillando entre sus centellas,
- te tengo, perpetuo,
y vaya que lo disfruto –
qué decirles, con qué fin,
que sigan su fiesta,
las gotas de lluvia me huelen a tu piel.


Tu imagen en el cáliz de mis ojos,
siendo espejo del reflejo de los tuyos,
siendo esfinge esculpida por susurros,
-cómo le explico al cielo para parar la lluvia
y que siga lloviendo...-
te encuentro palmo a palmo,
y tan tibio,
como derribando tus propios glaciares,
- qué si la lluvia no quiere frenar,
alguien que se oponga a estas ganas de amar –
te consumo en cada vaho, en cada aliento, en cada respirar
y tan lento,
tan mío, tan vital...
- qué si la lluvia se precipita en un murmullo de tu voz,
que se opongan, a mi ni me viene ni me va –
cuerpo a cuerpo, cariño,
y en el regazo,
las ramas ajenas que se entrecruzan a voluntad.

Qué les digo a las nubes de ti
y de lo nuestro
- decir nosotros es suficiente,
es bastante-
qué les digo a las nubes de las noches que ocultamos tras la luna,
qué les cuento del secreto que ha quedado entre los dos,
- suficiente para amarte,
bastante parar vivir –
qué le callo a este cielo estrellado,
qué le hablo a esta tormenta de ti,
- decir que te digo y que no callo,
que estoy aquí fracturándote el silencio-
dime qué suelto de lo que fuimos, de donde estamos, de lo que soy,
que fuimos cómplices,
estando hoy reales pero en ensueño,
siendo yo, ya no sólo ilusión,
- decir que dices tú también,
que si callamos nos quedan los besos –
dime qué decir de lo que somos, de donde estuvimos, de lo que eres,
que hoy más que nada somos sinceros,
que estuvimos quiméricos y aún lejanos, indefinidos,
siendo hoy tú, no verdad por ser dicha,
sino dicha por ser verdad.


Ni mucho ni poco,
sólo lo exacto para ser feliz,
- qué le digo a tu cuerpo si pregunta por mi,
qué le digo si llueve, si estoy lejos de ti –
sólo verte, oírte y saberte,
sólo ser, a tu modo, a mi suerte,
- qué puedo explicarle tu boca si pide por mi,
qué a la mía si pide por ti –
no preciso otro timbre en tu afonía,
con la risa de tus ojos termina mi requinto,
con este haz de perseverancia se me acaban las notas,
las ambiciones, las quejas
-qué te explico a ti para que no toques la puerta,
la lluvia te deja estilando en la espera
y tienes delante de ti la ventana abierta...-


martes, noviembre 15, 2005

LûNå LLëNå.

...Aprovechando la ocasión y los recuerdos...

Noche de luna llena
y lluvia fresca,
el viento gélido en mis espaldas
y el cálido cobijo de tu mirada.

El vaho sonriente de esta soledad
que me abraza,
que me acoge en tu vehemente recuerdo,
en el saliente lejano de tus suspiros
y la brisa sedienta de tus manos.

Noche de luna llena,
no queda mucho por contar,
las gotas caen,
una nube,
otra más,
dos o tres,
de tus caricias...
de aquellas olas embriagadas de tus besos,
de este hueco que me queda en el pensamiento.

Oscila la memoria,
acompasada a este presente
que es un caos latente,
una cuerda floja pendida de la historia,
de esto que conozco y niego,
a lo que rechazo y me aferro,
oscila esta mi luna llena,
mis símbolos,
mi querella,
caer,
pero solo caer
y ya no emprender el vuelo.

Espejo de luna
y la bruma a la espera,
no es tanto lo que se tiene que luchar,
no es mucho lo que queda por guardar,
sólo estos segundos,
tan sólo esta tempestad,
esta trémula terquedad,
estas ganas de callar.

Noche de luna llena cariño,
no tardes más,
quedan horas de luna,
el alba va a comenzar...

viernes, noviembre 04, 2005

Ðê§Pûé§ Ðë TåNTº...

... El tiempo es relativo a nuestra forma de vivirlo...


Después de tanto llanto
no tuve fe para soltarte un te quiero
pero te amo,
te amo,
como se ama en absoluto secreto,
con el deseo en la garganta
y en los labios el silencio.

Después de tanto y tanto,
de tantísimos sábados huecos,
de esos que vienen por tercias
y a mi se me antojan quinientos,
después de tanto y tanto,
de contadísimas presencias,
de tu forma de querer variable,
de mi amor exponencial.

Después de tanto,
cariño,
ahora,
más por lo que falta que por lo que das,
queriéndote un poquito,
un poquito de más...
es que doy recuento de mis males,
es que doy testimonio de tus faltas.

Después de tanto llanto
no tuve fe para soltarte un te quiero,
pero aquí lo traigo enjaulado,
entre celdas de plata
y palabras profanas,
aquí lo tengo y te espera,
aguarda a que tú lo llames.

Ya no después de tanto,
sino de poquísimo,
poquísimo tiempo...
del que se comparte,
del que es tuyo y mío
para ser de nosotros,
y todavía,
como prueba de lo eterno,
es que te amo.